Puedes utilizar masa de hojaldre sin azúcares añadidos, disponible en muchos supermercados, o preparar tu propia masa casera controlando los ingredientes.
Para una versión casera, sustituye parte de la harina refinada por harina integral para aumentar el contenido de fibra, lo que ayuda a regular la absorción de azúcares.
Reemplaza el azúcar tradicional por alternativas como stevia (unas pocas gotas equivalen a varias cucharadas de azúcar), eritritol (proporción 1:1 con el azúcar), o purés de frutas como plátano maduro o manzana, que aportan dulzor natural y humedad a la masa.